NUESTROS HIJOS Y LA TELE

Influyen los dibujos animados en las tareas escolares? Pues parece que sí.
Según el tipo de dibujo que se vea antes de hacer la tarea, los niños más pequeños podrán obtener mejores o peores resultados.
Así empieza un post que hemos encontrado en el  blog de la brillante logopeda Raquel Escobar Díaz .                                                                                                                                                                   
Aquí os dejamos el enlace para que le echéis un vistazo y saquéis vuestras propias conclusiones http://raquelescobarlogopeda.blogspot.com.es/2013/01/bob-esponja-vs-caillou-heroes.html#!/2013/01/bob-esponja-vs-caillou-heroes.html.

Hemos echado la vista atrás y siempre hay algún dibujo que era inapropiado para nuestros hijos, pero a ellos les encantaban, muchos os acordareis de SINCHAN , a que niño no le gustaba aquel pequeño mal educado, que ponía a su madre de los nervios y se pasaba el día enseñando las nalgas ........que poco me gustaba a mi . Si seguimos buscando encontraríamos mas , pero esta en nuestras manos y es nuestra responsabilidad decidir los contenidos y el tiempo que le dedican nuestros hijos en la tele.


Los niños de los países desarrollados dedican un promedio de tres horas diarias a la televisión, de tal forma que apenas les queda tiempo para realizar otras actividades o incluso para estudiar o hacer deberes.

Los programas de televisión influyen de manera considerable a relacionarse con los demás y de ver la sociedad.

Los padres deben elegir los programas adecuados según la edad de cada niño y enseñar a los hijos, conforme se hacen mayores, a elegirlos y a tener una actitud crítica sobre lo que ven.

Para ello es necesario que los padres conozcan el contenido de los programas y que se sienten con sus hijos a ver la televisión.

Así podrán comentar lo que están viendo, dándole interpretaciones y explicaciones, y mostrarles además la diferencia entre la realidad y la ficción, ya que en ocasiones pueden tener dificultad para diferenciarla.

Los padres pueden seleccionar los programas, pero evitar la publicidad resulta casi imposible pues todos los programas tienen cortes publicitarios.

Con frecuencia la publicidad influye negativamente en nuestros hijos, mediante una información incorrecta o engañosa, a través de la cual les hacen desear juguetes que no son exactamente como aparecen en el anuncio o les incita a consumir alimentos que no favorecen unos buenos hábitos alimenticios.

Lo que sí pueden hacer los padres es explicar a los hijos el objetivo de la publicidad y enseñarles a contemplarla de una manera crítica.