Cuantas veces habremos escuchados las palabras, a que jugamos , me aburro , es que nuestro hijos aveces , si no tienen una consola o una television, no saben que hacer .Desde que nosotros eramos pequeños hasta ahora han cambiado tanto los juegos y la manera de divertirse . Aveces echo de menos que mis hijas no tengan un patio o un lugar donde jugar a la comba , la goma..... y buscando en mi memoria he encontrado algunos para jugar con ellas y otros gracias a internet.
TRES EN RAYA. Se trata de un juego por parejas que se puede jugar sentados tranquilamente en el suelo o en un banco de la plaza. Necesitaremos un tablero, que puede ser pintado a lápiz sobre un papel o bien en el mismo suelo con tiza o con el canto de un ladrillo. También necesitaremos tres fichas por jugador. Las fichas pueden ser piedras, trozos de madera, bolitas de papel, monedas, garbanzos, lentejas o cualquier cosa que nos pueda servir. El juego comienza cuando un jugador coloca una de sus fichas en una de las intersecciones de las líneas o en el centro. El turno pasa al otro jugador que coloca una de sus fichas. Así irán colocando los dos jugadores, de forma alternativa, las tres fichas, intentando colocarlas "en línea" o "las tres en raya". Esto puede ser de forma lateral o bien pasando por el centro del tablero.
Cuando todas las fichas están sobre el tablero, el jugador al que le toca mover desplaza una de sus fichas a un lugar contiguo y libre. Así irán moviendo las fichas hasta que alguno de los jugadores consigue colocar sus tres fichas "en raya" y gana el juego. Se retiran las fichas del tablero y se comienza de nuevo a jugar. ECHA UNA PARTIDA AQUÍ
GUARDIAS Y LADRONES.
. LA
GALLINITA CIEGA
Juego Popular : Manifestación
lúdica, arraigada en una
sociedad. Muy difundida en una población, que generalmente se
encuentra ligado a conmemoraciones de carácter folklórico.
Juego Tradicional: "Son aquellos juegos que se transmiten de generación en generación, pudiéndose considerar específicos o no de un lugar determinado"
TRES EN RAYA. Se trata de un juego por parejas que se puede jugar sentados tranquilamente en el suelo o en un banco de la plaza. Necesitaremos un tablero, que puede ser pintado a lápiz sobre un papel o bien en el mismo suelo con tiza o con el canto de un ladrillo. También necesitaremos tres fichas por jugador. Las fichas pueden ser piedras, trozos de madera, bolitas de papel, monedas, garbanzos, lentejas o cualquier cosa que nos pueda servir. El juego comienza cuando un jugador coloca una de sus fichas en una de las intersecciones de las líneas o en el centro. El turno pasa al otro jugador que coloca una de sus fichas. Así irán colocando los dos jugadores, de forma alternativa, las tres fichas, intentando colocarlas "en línea" o "las tres en raya". Esto puede ser de forma lateral o bien pasando por el centro del tablero.
Cuando todas las fichas están sobre el tablero, el jugador al que le toca mover desplaza una de sus fichas a un lugar contiguo y libre. Así irán moviendo las fichas hasta que alguno de los jugadores consigue colocar sus tres fichas "en raya" y gana el juego. Se retiran las fichas del tablero y se comienza de nuevo a jugar. ECHA UNA PARTIDA AQUÍ
GUARDIAS Y LADRONES.
Se juntaban unos cuantos muchachos, y enseguida organizaban dos
grupos,
uno representado por GUARDIAS y otro por LADRONES. Como la mayoría
preferían ser mala persona (ladrón), tenían que echar suerte para
ver
quien le tocaba ser. Cogía uno de ellos una china del suelo
(piedra
pequeña se entiende), la ocultaba en la espalda en una de las
manos que
cerraba hecha un puño, después presentaba las dos manos cerradas
para que
el otro eligiera, habría la mano elegida y si allí estaba la
china, había
perdido, convirtiéndose en GUARDIA. El que elegía la que no tenía
la
china, lógicamente pasaba al grupo de LADRONES. De esta forma lo
hacían
todos. Si resultaban más en un grupo que en el otro, los elegidos
primero
no se movían, pero entre los últimos seguían hasta completar las
dos
cuadrillas. Si eran nones y había uno más, se agregaba a cualquier
lado.
Llegaba otro muchacho y se unía a los que eran uno menos. Llegaban
varios
y tenían que echar suerte entre ellos, igual a como lo hicieron
los
anteriores. Elegían una esquina donde desembocaban tres o cuatro
calles
que no eran muy largas, para en ellas poderse esconder los
LADRONES;
preferían ir a la Plaza del Imperio, pues allí estaban los
portales, los
alrededores del Ayuntamiento, la Iglesia de Santo Domingo (antes
de 1.957
pues se quemó), el Altillo, el Arroyuelo Medio, el Callejón, etc.;
otro
sitio preferido para la práctica de este juego era la umbría de la
Iglesia
del Salvador, con las calles cercanas y el callejón de Cervantes.
Los
GUARDIAS se quedaban quietos en un sitio durante un rato corto,
para que
se escondieran los LADRONES, que solía ser entre los portales,
alrededor
de la Iglesia, detrás de las cortinas de las puertas de las casas,
etc. Se
ponían en movimiento los "buenos" y en cuanto un "malo" era
localizado,
enseguida detrás de él, que como se habían repartido por distintos
sitios,
le acorralaban y cogían. Así uno tras otro, era apresada toda la
pandilla
de maleantes, que ahora se cambiaban, y los "buenos" pasaban a ser
los
"malos". El tiempo se pasaba sin control, que las pandillas
estaban tan a
gusto que no se daban cuenta como pasaban las horas del reloj, y
muchas
veces debía de acudir algún familiar en su busca.
Por José Moreno Rosell 1915-1996
EL JUEGO
DEL TROMPO
Había un
objeto aquí en el pueblo llamado TROMPO, PEÓN o PEONZA, que los
vendían en algunos
comercios, y la mayoría de los chavales habían comprado uno. Eran
de
madera de la forma de una fruta de pera, que en vez de llevar el
pezón-rabito como ésta, era un rejo de hierro, pero como era tan
pequeño y
no estaba afilado, muchos los llevaban a los herreros para les
pusieran
uno más grande y bien afilado. También vendían unas cuerdas, para
con una
de éstas enrollar desde la punta del rejo y llegar hasta la mitad
del
TROMPO. Le tiraban al suelo, y el que lo hacía se quedaba con la
punta de
la cuerda en la mano, que al desenrollarse, el trompo se ponía a
dar
vueltas (bailar). Este trompo era el principal protagonista del
juego. Un
grupo de 3,4, 5 o más chicos que tenían un PEÓN, marcaban un
redondel en
el suelo de unos dos metros de diámetro, para que cada jugador
fuera
tirando sobre el centro el TROMPO. Al mismo tiempo que daba el
rejo en el
suelo, era tirar la cuerda para llevársele fuera del círculo
marcado. Si
lo conseguía no pasaba nada, pero el primero que se quedaba
dentro, había
que dejarle hasta que se parara donde fuese, pues éste era el
perdedor.
Con la "buena intención" de poderle dar con el afilado rejo de
cada uno y
hacerle "una cocá" que era una buena señal en la madera. Si al
recibir uno
de estos porrazos se le sacaba del redondel, entonces quedaba
libre, por
lo que se terminaba el juego, teniendo que empezar nuevamente como
a lo
primero, que algunas veces solía ocurrir, que el primero que había
perdido
lo fuera luego en el segundo. Por
José Moreno Rosell 1915-1996
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NÚMERO DE
PARTICIPANTES: Grupo.
DÓNDE SE JUGABA: Exterior. CUÁNDO SE JUGABA: Según climatología. OBJETOS QUE SE UTILIZAN: Pañuelo. ¿ACOMPAÑADO DE CANCIÓN?: No. REGLAS DEL JUEGO: Una jugadora o jugador hace de gallinita ciega. Para ello se le tapan los ojos con un pañuelo, de manera que no pueda ver nada. El resto de los participantes hacen un corro en torno a ella/él y comienzan el siguiente diálogo: “Gallinita ciega ¿qué se te ha perdido? (dice el corro) Una aguja y un dedal (contesta la gallina) Pues da tres vueltas y los encontrarás. (dice el corro) Una, dos y tres Y la del revés”. |
La gallinita da
tres
vueltas sobre sí misma y, con los brazos extendidos, intenta coger a
alguien del corro. El resto intentará que se despiste agachándose,
tocándola, apartándose... Cuando consigue dar con alguien, debe
adivinar, solamente por el tacto, de quién se trata. Si acierta,
coloca
la venda a la persona que ha cogido, pasando a ser ésta la gallinita;
si
no, repite de nuevo.
También se decía: “Gallinita ciega, se te ha perdido un dedal. Yo lo tengo y no te lo quiero dar”.
También se decía: “Gallinita ciega, se te ha perdido un dedal. Yo lo tengo y no te lo quiero dar”.
ANÉCDOTAS: Dice la voz
popular que este juego se le ocurrió a un granjero al descubrir que
una
de sus gallinas no encontraba los huevos porque estaba ciega.
TESTIMONIOS: “Muchas veces nos cambiábamos la ropa, el peinado, para confundir a la gallinita.”
TESTIMONIOS: “Muchas veces nos cambiábamos la ropa, el peinado, para confundir a la gallinita.”
Y por último LOS JUGUETES, para más información aconsejamos de nuevo que visitéis www.teacuerdas.com, donde podrás encontrar multitud de ellos. | ||
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Juego Tradicional: "Son aquellos juegos que se transmiten de generación en generación, pudiéndose considerar específicos o no de un lugar determinado"
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